En una Isla del Caribe

He llegado de un corto viaje a una isla del Caribe y todo fue casi perfecto, excepto por pequeños inconvenientes que más bien fueron “anécdotas”.

* Viaje en ferry, compartiendo el “Mueble para Dos” con una viejecilla y sus 90 Kg. La “Temporada Alta” ha hecho de las suyas.

* Mareo en el barco debido a los pequeños panecillos que me comí y el violento movimiento de las olas del mar.

* Estadía en una acogedora cabaña en donde seguramente no había estado nadie allí en algunos 6 meses, fue como abrir con un cofre viejo, lleno de sorpresas, empezando por la ducha de la cual salían 20 gotas por minuto (esto es literal).

Insisto en que todo estuvo genial, porque como diría mi mama, el mar y el Sol lo curan todo; por eso dejo esta imagen que esta archivada en lo más profundo de mis recuerdos felices.